Lo primero es la impotencia, el dolor, la bronca. Ella en prisión y su violador suelto.
Creo que muchas mujeres, muchas colisteras de RIMA, estuvimos siguiendo por TV o por internet o por el medio que se pudiera, el momento de lectura del veredicto.
El saber amargo instalado en la boca, pero la lucha no acaba. Resurgirá una vez: por Romina, por todas.
2 comentarios:
¿Y ahora cómo seguimos?
No sabes como lo lamento, tremenda injusticia!.
Un beso reina.
Publicar un comentario